Cultura
Cementerio Norte: la tumba de Juan Francisco Seguí, un legado de la historia argentina
En el Cementerio Norte de Gualeguaychú, vecinos y turistas pueden conocer el Panteón de la familia Seguí, un lugar que resguarda la memoria de Juan Francisco Seguí (1822-1863), un santafesino que dejó una huella indeleble en la historia de Argentina.
En el Cementerio Norte de Gualeguaychú, en la sección A, calle 3, yace el Panteón de la familia Seguí, un lugar que resguarda la memoria de Juan Francisco Seguí (1822-1863), figura central en la historia política y cultural de Argentina.
Su tumba es un recordatorio silencioso de una vida dedicada al servicio público, la política y la cultura, y de su profundo arraigo en la ciudad que eligió como su hogar.
El arquitecto de una nueva Nación
Seguí no fue solo un testigo de los acontecimientos que moldearon a la Argentina, sino un protagonista activo. Como abogado, político, periodista y poeta, su intelecto y pluma fueron herramientas claves en la lucha contra el régimen de Juan Manuel de Rosas. Fue un colaborador cercano de Justo José de Urquiza, el caudillo entrerriano que lideró la rebelión. La historia lo recuerda especialmente como el autor de la Proclama del 1 de Mayo, el documento que marcó el inicio de la Campaña de Urquiza y que culminaría en la Batalla de Caseros, donde Seguí sirvió como auditor de guerra.
Tras la derrota de Rosas, su papel fue crucial en la organización del nuevo país. Fue miembro del Congreso Constituyente de 1853, el cuerpo que sancionó la Constitución Nacional. Posteriormente, ocupó importantes cargos como Ministro de Relaciones Exteriores y Diputado Nacional, demostrando su compromiso con la consolidación de la unidad nacional. Además de su labor política, Seguí ejerció una influencia cultural y social al dirigir el diario El Nacional Argentino a partir de 1858, un medio de comunicación fundamental en la época.
Gualeguaychú, su hogar y su legado familiar
Aunque oriundo de Santa Fe, Gualeguaychú se convirtió en su hogar. Su matrimonio con la gualeguaychuense Cornelia del Villar no solo unió sus vidas, sino que lo conectó profundamente con la ciudad. Tuvieron siete hijos, y fue aquí, a los 41 años, donde su vida se truncó inesperadamente a causa de reuma, dejando a su viuda a cargo de una numerosa familia, con su hija mayor, Malvina, de tan solo nueve años.
Visitar su tumba no es solo un recorrido por el cementerio, sino también un viaje a un capítulo esencial de la historia nacional. La Municipalidad invita a los vecinos y turistas a acercarse al Cementerio Norte y descubrir este espacio de memoria que une la identidad local con el pasado de toda la Nación.